La inspección visual de la transmisión de un helicóptero se realiza conforme a los manuales de mantenimiento aeronáutico.
Los motores mueven el rotor trasero de un helicóptero a través de la caja de transmisión principal. Ésta arrastra una serie de ejes que, pasando por una caja de transmisión intermedia, permite que gire para controlar lateralmente el helicóptero.
La caja de transmisión intermedia también tiene la particularidad de que los ángulos de entrada y de salida de sus ejes son diferentes. Este ángulo se determina en la fase de diseño del helicóptero.
Esta caja de transmisión intermedia contiene en su interior un par de engranajes cónicos que transmiten el movimiento de los motores hacia el rotor trasero.
A pesar de que la caja de transmisión intermedia tiene un sistema propio de lubricación, poco a poco se van produciendo desgastes. Hay que controlar y verificar mediante una inspección visual que estos desgastes se encuentran dentro de los valores establecidos en el manual de mantenimiento de la aeronave.
Posibles defectos encontrados en la transmisión de un helicóptero
Los desgastes más importantes que nos podemos encontrar en estos engranajes cónicos son:
- Holgura entre dientes
- Desplazamiento de la zona de contacto entre dientes de piñones.
Tanto la holgura entre dientes como el desplazamiento de la zona de contacto se van produciendo debido al rozamiento que hay entre los propios engranajes. Por ello hay que controlar los engranajes antes de que lleguen a un límite donde puedan afectar a la seguridad en vuelo y provocar un accidente aéreo.
Respecto al primer parámetro, la holgura nos muestra cuanto desgaste se va produciendo en los engranajes. Cuando la disminución de material llega a un límite, hay que sustituir los engranajes.
Respecto al segundo parámetro, según se va desgastando y deformando los engranajes, la zona de contacto donde apoyan ambos se va moviendo. Esta zona de contacto tiene un límite y debe estar mayoritariamente centrada en las caras de los dientes del engranaje.
Por ello, para poder comprobar esto último, se utiliza un compuesto químico llamado Azul de Prusia. Este compuesto tiñe los dientes de los engranajes para revelar la zona de contacto entre ellos.
Una vez que se ha comprobado que tanto la holgura de los engranajes como su zona de contacto son correctas, la inspección visual termina y se procede al montaje e instalación de la caja de transmisión intermedia en el helicóptero.